Título: ¿Se enfrenta Israel a ataques en 2025? Introducción: Informes recientes indican que Israel está experimentando ataques en el año 2025. Exploremos los detalles para comprender mejor la situación. Israel bajo ataque en 2025 El año 2025 ha marcado el comienzo de una nueva serie de desafíos para Israel, con informes que indican que la nación está siendo blanco de varios ataques. Pero, ¿qué está ocurriendo exactamente en esta región inestable? ¿Cuál es la situación actual en Israel? Israel ha estado históricamente en el epicentro de las tensiones geopolíticas, con conflictos persistentes en la zona. El año 2025 no ha demostrado ser la excepción, ya que los informes indican un aumento de las hostilidades dirigidas hacia la nación. ¿Quién es responsable de los ataques a Israel? Si bien los individuos o grupos específicos detrás de los ataques a Israel siguen siendo ambiguos, es crucial comprender la intrincada dinámica que opera en la región. Numerosos grupos y entidades albergan rencores históricos contra Israel, lo que ha dado lugar a un ciclo de violencia que parece haberse intensificado en 2025. ¿Cómo está reaccionando Israel a los ataques? Ante estos, Israel ha intensificado sus protocolos de seguridad y sus acciones militares. El país está adoptando una estrategia proactiva para protegerse y garantizar la protección de sus ciudadanos.
¿Cuáles son las consecuencias de los ataques contra Israel? Los ataques contra Israel en 2025 tienen importantes ramificaciones para la región y más allá. La escalada de violencia podría tener graves consecuencias, afectando no solo a Israel, sino también a las naciones vecinas y a la comunidad internacional en su conjunto. ¿Existe la posibilidad de paz en la región?
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En la madrugada del 18 de marzo de 2025, Israel lanzó un ataque sorpresa[8] contra la Franja de Gaza, poniendo fin al alto el fuego de la guerra de Gaza de 2025. El ataque con misiles y artillería israelí mató a más de 400 palestinos, incluyendo a 263 mujeres y niños, según el Ministerio de Salud de Gaza[9], convirtiéndolo en uno de los más mortíferos de la guerra de Gaza[10]. La Operación Poder y Espada (en hebreo: מבצע עוז וחרב, Mivtza Oz VaḤerev)[11], llevada a cabo por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), se llevó a cabo en coordinación con Estados Unidos. Al día siguiente, el ejército israelí anunció la realización de una ofensiva terrestre para retomar el Corredor de Netzarim, del que se había retirado en febrero.
El 17 de enero, se alcanzó un acuerdo para un alto el fuego de 42 días, que también contempla la liberación de los rehenes israelíes. Este acuerdo, que también contempla la liberación de los rehenes israelíes, fue aprobado por el gabinete de seguridad israelí en una votación vespertina[12]. Más tarde ese mismo día, el acuerdo recibió la aprobación plena del gabinete y fue firmado por sus negociadores[13]. Según el acuerdo, todos los rehenes israelíes serían liberados al final de la segunda fase y la guerra de Gaza terminaría definitivamente. Tras el fin de la primera fase el 1 de marzo, Hamás pretendía pasar a la segunda fase de las negociaciones, tal como se preveía en el acuerdo original de alto el fuego, mientras que Netanyahu y la administración Trump insistieron en renegociar los términos generales.[14] Israel también se negó a retirarse de los sitios en la Franja de Gaza, a pesar de haberlo acordado en el acuerdo de alto el fuego.[14] Además, durante el alto el fuego, Israel asesinó a más de 140 palestinos en la Franja de Gaza.[14] En marzo, Israel impidió la entrada de alimentos y medicamentos a Gaza;[15] posteriormente, cortó el suministro eléctrico a la principal planta desalinizadora de la Franja de Gaza, cortando así el suministro de agua.[16] Estas acciones han sido consideradas crímenes de guerra por organizaciones humanitarias y de derechos humanos, como Médicos Sin Fronteras y Amnistía Internacional.[16][17][18]
La renovada ofensiva del ejército israelí afectó amplias zonas de la Franja de Gaza, incluyendo la ciudad de Gaza, Khan Yunis y Rafah,[19] y causó la muerte de más de 591 personas, en su mayoría mujeres y niños.[20][21][19][22] Los ataques aéreos impactaron viviendas e incendiaron al menos un campamento de tiendas de campaña.[15] Los hospitales se vieron desbordados por muertos y heridos.[15] El gobierno israelí declaró que los ataques se dirigieron contra figuras de liderazgo, mandos militares de rango medio y la infraestructura operativa de Hamás.[19] Esto ha sido cuestionado por expertos como Miranda Cleland, de Defensa de los Niños Internacional[23], y el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, quienes creen que Israel “atacó indiscriminadamente” la Franja de Gaza.[2][3][4][24] Varias familias palestinas murieron masivamente como consecuencia de los ataques.[25]
Hamás condenó los ataques como una violación del alto el fuego y acusó a Israel de poner en peligro a los rehenes israelíes restantes.[19] Comenzó a responder militarmente a los ataques israelíes el 20 de marzo, cuando disparó cohetes contra Tel Aviv.[26][5] El gobierno israelí afirmó haber llevado a cabo el ataque en respuesta a la negativa de Hamás a extender el alto el fuego mediante la liberación de rehenes adicionales. Hamás había aceptado la segunda fase del acuerdo original de alto el fuego, según la cual los rehenes israelíes habrían sido liberados a cambio del fin permanente de la guerra en Gaza.[27][14][28] El gobierno israelí no consideró que su ataque constituyera una violación del acuerdo de alto el fuego, argumentando que no había “automatismo” entre las fases.[29] La escalada atrajo gran atención internacional, y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas convocó una sesión de emergencia para abordar la crisis.[19]