Neyra Jarely

Después de casi un año de angustiosa búsqueda, Neyra Jarely, de 27 años de edad, ha sido encontrada sin vida en Reynosa, Tamaulipas. La trágica noticia fue confirmada por el colectivo Amor por los Desaparecidos en Tamaulipas, que ha acompañado incansablemente a la familia en este doloroso proceso.

El hallazgo del cuerpo de Neyra, desaparecida desde el 22 de julio de 2024, se produjo junto al de Carla Samira, de 20 años, quien había sido reportada como desaparecida desde el 16 de agosto de 2024. Este doble hallazgo profundiza el dolor y la indignación de las familias y de la sociedad tamaulipeca, que clama por seguridad y justicia.

El colectivo de búsqueda emitió un emotivo mensaje en sus redes sociales, destacando la inquebrantable determinación de la madre de Neyra:

Tu mami siempre estuvo de #piehastaencontrarte, nunca dejó de buscarte, nunca desistió ante las negligencia y omisiones de las autoridades, luchó y peleó por encontrarte, y lo logró”.

Estas palabras resuenan como un tributo a Elia, la madre de Neyra, quien se convirtió en un símbolo de la lucha de las madres buscadoras en México.

Desde el momento en que su hija desapareció, Elia no descansó. Su búsqueda incansable la llevó a cerrar carreteras en señal de protesta, a exigir respuestas a las autoridades y a solicitar el apoyo de la presidenta Claudia Sheinbaum. Su determinación es un reflejo de la valentía de miles de familias que, ante la inacción gubernamental, se ven obligadas a buscar a sus seres queridos por sus propios medios.

Ahora, con el dolor del hallazgo, el colectivo Amor enfatiza que la lucha por Neyra y Carla no termina. Al contrario, comienza una nueva etapa: la de exigir justicia y que los responsables sean llevados ante la ley. “Cuando encontramos a uno de nuestros tesoros hay una silla que ya no está ‘vacía’, está llena de recuerdos y de amores”, agregaron, expresando la agridulce realidad de encontrar a un ser querido en estas circunstancias.

El colectivo Amor ha extendido su agradecimiento a la familia de Neyra por su entereza y por no claudicar en su búsqueda hasta encontrarla. Este caso vuelve a poner de manifiesto la grave crisis de desapariciones que enfrenta Tamaulipas y el país, y la urgente necesidad de acciones contundentes por parte de las autoridades para garantizar la seguridad de sus ciudadanos y el acceso a la justicia para las víctimas y sus familias.